El estado mexicano ha impuesto un nuevo totalitarismo, el financiero, es un estado que funciona muy bien para el crecimiento de los grandes capitales que imponen su ley al resto de la población, afirmó Javier Sicilia.
En su razón fundacional, garantizar la seguridad de sus ciudadanos y una vida pública pacífica, en eso es un estado fallido, pero eso no importa a los gobernantes que han alcanzado el objetivo del nuevo totalitarismo, el dominio de la sociedad por el poder financiero, añadió el poeta y activista de derechos humanos quien participó en los eventos de aniversario de la Agrupación para las Bellas Artes.
Sicilia impartió una conferencia en el ITSON y durante su diálogo con los asistentes el maestro investigador Rodrigo González le expuso las presiones y amenazas que ha recibido por asesorar a los yaquis de la Loma de Bácum que se oponen al paso del gasoducto por su comunidad.
En respuesta, Sicilia comentó que los megaproyectos son impuestos con los procedimientos del crimen organizado,repartiendo dinero y con amenazas, y respaldó la lucha que sostiene el pueblo de Loma de Bácum contra la obra.
“Creo que no se puede seguir lastimando a los pueblos originarios ni la vida de la gente a nombre de un megaproyecto, los megaproyectos son parte del crimen organizado, destruyen territorios porque permiten que lleguen los criminales legales y arrasen con todo, vidas y cultura de una comunidad”, lamentó.
Ahí hay un vínculo muy profundo, prosiguió, que los gobernantes deben de tomar en cuenta, pues “no se trata del dinero y del progreso sino de la dignidad humana y del respeto humano".
Por su parte Rosendo Arrayales, de Organización Ciudadana, pidió la solidaridad para el investigador Rodrigo González, quien ha sido señalado por autoridades municipales y estatales de estar manipulando a los indígenas para oponerse al gasoducto.
“Haremos lo que se pueda para apoyar la lucha con ustedes”, respondió Javier Sicilia.
Pidió a los académicos universitarios salir de las aulas, dejar su zona de confort y poner su trabajo al servicio de la sociedad civil y no estar reproduciendo un sistema que es evidentemente injusto.
“Creo que hay que apoyar a nuestros investigadores que están trabajando por el bien del país, en este caso por el bien de Cajeme”, recalcó.
