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Las autoridades tradicionales de la Loma de Bácum afirmaron que durante el conflicto ocurrido el viernes en esa comunidad sí solicitaron el apoyo de las autoridades para impedir el derramamiento de sangre, pero su solicitud no fue atendida por ninguna corporación de seguridad.
Poco antes, el alcalde de Bácum había asegurado que los policías municipales no intervinieron porque él no recibió la peticion de apoyo por parte del gobernador indígena.
En rueda de prensa sostenida en la guardia tradicional este sábado, las autoridades de la Loma de Bácum dijeron que están dispuestos al diálogo con la empresa constructora del gasoducto y con representantes del gobierno del Estado, pero el rechazo a dicha obra no es negociable.
Asimismo leyeron un comunicado en el que solicitaron a la Procuraduría General de Justicia del Estado y a la policía municipal que mantengan el operativo de seguridad y las patrullas en ese pueblo para evitar una nueva embestida por parte del grupo que comanda César Cota Tórtola y otros que apoyan el gasoducto.
Afirmaron que la intención de los de la Loma de Guamúchil y otros pueblos de imponer a un gobernador tradicional que apoye el gasoducto no es posible porque de acuerdo con los usos y costumbres de la etnia otros pueblos no pueden imponer autoridad en otro pueblo.
Llega Wenceslao Cota a la Loma de Guamúchil
Mientras tanto en la Loma de Guamúchil las autoridades tradicionales de este pueblo tuvieron la visita del delegado federal de la Secretaría de Gobernación, Wenceslao Cota Montoya.
Ante él reiteraron su propósito de desconocer al actual gobernador de la Loma de Bácum e imponer a uno nuevo argumentando que el actual no representa a la mayoría de los habitantes de esa comunidad.
Insistieron en la versión de ser ellos los agredidos en la Loma de Bácum y anunciaron que presentarán una denuncia ante las autoridades correspondientes para que se castigue la muerte de una persona durante el enfrentamiento que tuvieron con los opositores al gasoducto.
Por su parte Cota Montoya dijo que su presencia en ese lugar era para garantizar la seguridad de todos los pobladores de la etnia yaqui y que no se suscitaran nuevos hechos violentos.
