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Algunas mujeres piensan que todo su esfuerzo debe ser para la familia; otras porque son madres muy jóvenes y creen que ya no podrán cambiar su vida, por motivos como éstos muchas mujeres se niegan a desarrollar todo el potencial que tienen para mejorar sus condiciones de vida y las de sus comunidades.
Convencer a estas mujeres de que aún pueden empoderarse en el medio donde se desenvuelven, es uno de los objetivos que se ha propuesto Denisse Navarro después de haber participado en el programa "Mujeres sonorenses de 100", que la llevó a ella y a otras 49 compañeras a una estancia de 10 días en el Washington Center (del 11 al 21 de mayo) donde reconocieron sus propias fortalezas personales y cómo aplicarlas en su entorno con otras mujeres.
"Fue una experiencia enriquecedora porque convivimos con mujeres que han superado circunstancias extremas, como la guerra y el sufrimiento personal, para asumir roles de liderazgo en el país más poderoso del mundo", dice la scretaria de Desarrollo Social en Cajeme.
"La mayoría eran mujeres de la sociedad civil pero también habíamos varias funcionarias de diferentes municipios y del Gobierno del Estado. Mujeres de todas las edades, desde los 20 años la más joven hasta los 86, la mayor".
"Allí aprendimos de mujeres como Rosario Marín, la mexicana que estampó su firma en los billetes del país más poderoso del mundo; nos instruyeron otras que tienen altos puestos en el gobierno de los Estados Unidos, gente que ha luchado y que te inspiran con sus experiencias personales".
Durante el curso, continúa Denisse, "nos enseñaron a reconocer nuestras fortalezas para aplicarlas en la labor social que realizamos".
A ella le detectaron fortalezas como la persvrancia y la capacidad de hacer empatía con la gente, entender a los demás, establecer una buena comunicación con el entorno y promover cambios positivos.
"Nos enseñaron también a desarrollar habilidades financieras, nos dijeron que a las mujeres nos da pena cobrar, por eso nos cuesta trabajo empoderar, nos vamos más al sentimiento y debemos superar esas limitaciones".
El reto, dice, es saber negociar y lograr acuerdos entre mujeres, lo que muchas veces no es tan fácil pues a veces son las propias mujeres quienes se ponen obstáculos unas a otras.
En su función como secretaria de Desarrollo Social, afirma, "queremos transmitir a las mujeres que se ponen límites por ser jefas de familia, o a las jóvenes que piensan que ya no tienen opciones, que esto no termina aquí, que aún tienen mucho por delante y que pueden desarrollar capacidades que no han sabido aprovechar".
Denisse Navarro habla de su propia experiencia cuando ingresó a los medios de la política local.
"Este medio puede ser intimidante pues está dominado por los hombres, pero tenemos que quitarnos esos fantasmas, atrevernos, ser temerarias, si un hombre puede también yo puedo. Todo es cuestión de animarse, de creer que puedes lograrlo".
Añade:
"Yo era muy joven, tenía apenas 16 años y me decían esto no te conviene, esto es muy difícil si no eres hija de alguien poderoso, si no tienes contactos y una buen recomendación, mejor dedícate a otra cosa. El mundo me decía que no pero yo insistí, seguí adelante y alcancé metas. Esto lo puede hacer cualquier mujer que se proponga hacerlo".
Durante la estancia de 10 días en Washington estas convicciones se fortalecieron con el intercambio de experiencias entre las asistentes, afirma.
Al concluir el curso acordaron crear un red de mujeres sonorenses para seguir reuniéndose y contribuir juntas al desarrollo personal de otras mujeres.
"Es un compromiso muy fuerte con el Estado, con la Gobernadora Claudia Pavlovich quien nos impulsa a ser agentes de cambio, a seguir preparándonos para servir y tener un Sonora de 100", concluye.
