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El 2016 no habrá elecciones en Sonora, pero el Instituto Estatal Electoral (IEE) quiere para sí y para los partidos políticos 313 millones 531 mil pesos.
De esa cantidad, 210 millones de pesos serán para el IEE y 103 millones para los partidos políticos. ¿De dónde saldrá ese dinero? Fácil: Del bolsillo de todos los sonorenses.
¿Para qué?
En las elecciones de este 2015, el IEE sólo mostró su incapacidad para actuar como árbitro real de la contienda electoral. Con un grupo de consejeros novatos a nivel estatal y municipal (por lo menos en Cajeme), sólo sirvió para legitimar los triunfos de los candidatos y partidos ganadores.
Pero lo que se espera de un órgano electoral tan caro como éste es que cuando menos hubiera impedido el rebase de gastos de campaña, que en los casos del PRI y del PAN fue ostentoso, derrocharon recursos sin ningún miramiento. Para cualquier observador era evidente que desde las primeras semanas de la contienda, los dos partidos habían rebasado los topes de campaña.
El IEE permaneció impasible ante esa exhibición de prepotencia económica por parte de los dos partidos más grandes.
Como también lo hizo ante los recursos ilegales que utilizaron ambos partidos para desprestigiarse mutuamente. No hubo la menor intención de parar los recursos sucios, ilegales, utilizados durante más de tres meses de campaña.
El IEE vivió en el limbo electoral, sólo fue usado para organizar la votación y legitimar a los ganadores.
El próximo año, sin elecciones a la vista, el IEE podría hacer un servicio a la sociedad sonroense si se mantiuviera cerrado. El dinero que hoy pide para su presupuesto 2015, podría así usarse en la reparación de escuelas, hospitales y otras obras urgentes para la empobrecida población sonorense.
¿Qué pasaría a Sonora si el IEE cerrara sus puertas el próximo año?
Nada.
Pero ya está visto que la "democracia" es un buen negocio, que los consejeros y toda la burocacia electoral no renunciará a sus elevados salarios, y menos los dirigenters de los partidos políticos que desde ahora ya están dispuestos a aprobar en el Congreso el presupuesto para el IEE, porque de allí sacarán provechos millonarios.
"El Consejo General del Instituto estimó que el proyecto aprobado contempla los recursos que serán necesarios para el desarrollo de las actividades ordinarias de este organismo previstas en el Programa Operativo Anual (POA 2016)", afirma el boletín difundido por el IEE.
¿Cuáles son esas "actividades ordinarias"? ¿Promover el "desarrollo democrático de la entidad"? Esa justificación prevista sólo puede provocar una risa irónica.
La democracia no crece ni se desarrolla con cursillos, publliicdad y programas irrelevantes que realizará el IEE en un año no electoral.
Tampoco habrá más democracia con el hecho de darle 103 millones de pesos a los partidos políticos.
Pero la burocracia electoral como las élites de los partidos ya no pueden renunciar a sus privilegios.
La" democracia" es un buen negocio.
