Especial atención pondrá la Unidad de Regulación Sanitaria en los puestos fijos y móviles de aguas frescas, los cuales se incrementan durante la temporada de calor.
Roberto Campos Lugo, titular de la unidad, expuso que también se dispara en verano el consumo de este tipo de bebidas, por lo que revisan las condiciones higiénicas con las que son preparadas para evitar afectaciones a la salud de las personas.
“Principalmente que usen agua potable en la preparación, agua 100 por ciento potable, de preferencia purificada, también la higiene en el lugar, en los recipientes, equipo y la persona, pero lo principal es la materia prima que es el agua que sea apta para consumo”, expresó.
La dependencia, agregó, no cuenta con un padrón de vendedores de aguas frescas, sin embargo son al menos 100 los que funcionan principalmente en el primer cuadro de la ciudad, así como unidades deportivas, mercados y hospitales.
El operativo de la Unidad de Regulación Sanitaria consiste además en tomar muestras al azar de las aguas frescas y de detectar irregularidades, se procede a aplicarles una sanción económica y hasta suspensión de las ventas si la falta es grave.
“Ha habido anomalías no graves, pero si se han seguido procesos, se ha llegado a amonestar, incluso a sancionar, aunque en los casos de los ambulantes, la sanción que ponemos no es mucha, de hasta 20 salarios mínimos, son mil 200, mil 300 pesos que sí le afectan al vendedor, a todos les conviene estar en regla”, dijo.
Por cuenta propia, los vendedores de aguas frescas deben realizar muestreos de los productos que venden para su análisis en un laboratorio autorizado para mostrar a la autoridad sanitaria en los operativos.
