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Llegar a figurar en el deporte profesional estadounidense no es un asunto sencillo, todavía menos es trascender en dos disciplinas.
A este selecto grupo de atletas intenta pertenecer Russell Wilson, quarterback estelar de los Halcones Marinos de Seattle en la NFL, campeón en el Super Bowl XVLIII, quien fue traspasado este miércoles de los Rangers de Texas a los Yanquis de Nueva York, la franquicia más ganadora de títulos en el beisbol de las Grandes Ligas (27).
El mariscal de campo, seleccionado cuatro veces al Tazón de los Profesionales, tiene la oportunidad de combinar los dos deportes que más apasionan a los estadounidenses.
Aunque fuentes cercanas a Wilson han declarado que el quarterback e infielder de 29 años de edad no tiene planes de emular a Deion Sanders o Bo Jackson, quienes brillaron en las dos disciplinas, lo cierto es que su amor por el beisbol no sólo lo mantendrá vinculado con el juego, como ha declarado, sino que tiene la oportunidad de ser algo más que una estrategia de publicidad y mercadotecnia, para trascender en la organización más exitosa que conoce la “Gran Carpa”.
“Aunque el futbol americano es mi pasión y el modo en que me gano la vida, el beisbol sigue siendo una parte importante de dónde vengo y quién soy el día de hoy. He aprendido tanto en el campo de beisbol que se traduce a mi juego en lo físico y mental al jugar como quarterback en la NFL”, declaró Wilson al concretarse su traspaso a los “Bombarderos del Bronx”.
Antes de ser seleccionado por los Halcones Marinos de Seattle en la tercera ronda del Draft 2012 y firmar un contrato de cuatro años por casi tres millones dólares, Wilson había sido elegido en el Draft 2010 de la MLB por los Rockies de Colorado y jugó 93 partidos en las Ligas Menores.
En 2013, Rangers de Texas se hizo de sus servicios y aunque no debutó en las Grandes Ligas, sí participó en el sus campamentos de primavera o spring training. Cinco años después, y con un anillo de Super Bowl, el originario de Cincinnati, Ohio, vuelve a tener una oportunidad en el diamante con los neoyorquinos.
“Hemos admirado la carrera de Russell desde hace algún tiempo. Esta es una oportunidad única para aprender de un atleta extraordinario y que ha alcanzado la cima de su profesión. Después de hablar con algunos de nuestros jugadores, hay una emoción genuina de tener a Russell con nosotros por un corto periodo en el campamento”, dijo el gerente general de los Yanquis, Brian Cashman.
Ahora bien, una cosa es tener condiciones para ser tomado en cuenta en más de un deporte y, otra muy diferente, es haberse consagrado a nivel profesional como una superestrella en los dos deportes principales de Estados Unidos, como es el caso de Vincent Edward Jackson.
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