CD. DE MÉXICO.- Juan Carlos Osorio se autonombró el nuevo entrenador de la Selección Mexicana de Futbol rumbo a la Eliminatoria Mundialista de Rusia 2018, y aunque no ha dirigido su primer entrenamiento, ya se llevó el título del técnico más cuestionado en los últimos tiempos.
La era del colombiano en el Tricolor está por comenzar. Entre la expectativa cabe la crítica, principalmente por la forma en cómo deja al Sao Paulo y las verdaderas razones de tomar las riendas del equipo azteca.
En conferencia de prensa matutina y en idioma portugués, Osorio dijo a la prensa brasileña que la decisión de dejar el proyecto que inició apenas hace cuatro meses, fue difícil, pero que sus ganas de dirigir una selección lo llevaron a aceptar al Tri.
“Yo tomé esa decisión, muy difícil, entre continuar en un gran club y asumir una selección nacional de mucho prestigio. Como todos saben, es imposible seguir hasta el fin de temporada, pero no fue posible.
“Tengo mi conciencia tranquila, es lo mejor para el club, dejo al equipo en buenas condiciones en su disputa en la Copa de Brasil y el Brasileirao”, explicó Osorio en su rueda de prensa.
El cafetalero tiene su historial cuestionable, sobre todo porque apenas en mayo firmó con SPFC y en pleno octubre los dejó colgados por el combinado mexicano. Previamente lo hizo con el Atlético Nacional de Colombia.
Esta decisión fue difícil para el timonel sudamericano, sin embargo no deja remordimientos por haber cortado el proyecto que los brasileños tenían armado con su ayuda.
"Quiero disculparme con todos los que se vieron afectados por mi decisión y también agradecer a la Directiva, a los jugadores y a toda la afición del Sao Paulo que siempre estuvieron presentes apoyando. Tengo la consciencia tranquila de que di todo por el club", declaró Osorio.
Si bien ha habido toda clase de técnicos al frente de la Selección Nacional Mexicana, de entre los últimos que han pasado en ese puesto todos han tenido su mérito de haber ocupado ese lugar.
Miguel Herrera venía de un reciente éxito con las Águilas del América, uno de los equipos más importantes en el país. Víctor Manuel Vucetich sigue siendo el técnico más ganador de la Liga MX, y José Manuel de la Torre también triunfó, con el Toluca.
El más cuestionado de los últimos entrenadores al frente del representativo nacional fue el sueco Sven Goran Eriksson, quien solo por ser europeo se ganó el respeto a su llegada al Tri, pero en poco tiempo se le terminó ese encanto pues no tuvo los resultados que respaldaran su potencial.
Pero ni Ricardo La Volpe, Javier Aguirre, Hugo Sánchez o Mario Carrillo fueron tan cuestionados como el presente caso de Juan Carlos Osorio. Lo poco que se sabe de él es que estuvo en Puebla, que fue auxiliar en Manchester City y que Rayados tuvo intención de ficharlo.
Nadie puede negar que es un estudioso del futbol, sabe cumplir su rol de estratega y siempre pretende sacar el mayor provecho de sus jugadores. Lo que propios y extraños sienten duda es si realmente era la mejor opción para México en estas instancias.
Osorio deberá enfrentar el reto de hacer jugar productivamente a una selección que, por lo menos a nivel Concacaf, ya no infunda miedo.
El segundo reto será ganar sin problemas el pase al Mundial, y como tercer meta, la más importante, durar todo el ciclo rumbo a Rusia 2018; porque pocos, muy pocos, lo consiguen.
"Fue una decisión muy difícil pero mi sueño siempre ha sido dirigir a una Selección e ir a un Mundial. Voy a una Selección de mucho prestigio”, aseguró el colombiano.
Al cierre de esta edición la Femexfut no había hecho pronunciamiento de su fichaje.
Notas en papel, su mejor arma para los ajustes
El técnico de futbol usa la banda para estar cerca de sus jugadores, gritarles, ajustar los movimientos.
Juan Carlos Osorio usa la banda para pasarle ‘recaditos’ a sus pupilos, mismos que redacta en el momento en su siempre fiel libreta de apuntes.
El colombiano es un metódico del futbol, estudia a sus rivales, analiza a los contrarios línea por líneas.
Por ello durante los juegos se le ha visto con sus libretitas donde traza formas, diagramas que le permiten resolver lo que en el campo se convierte en un dilema.
Cuando sus jugadores entran de cambio, generalmente, les entrega notas sutiles y prácticas donde les describe el ajuste táctico y de esquema que necesita el equipo en ese momento.
Cada papel contiene las iniciales de los jugadores en cancha, ejemplificando la posición que deben asumir.
Es un celoso de su estrategia, por eso en la Selección Mexicana no se le conocerá el once inicial de su siguiente partido porque no acostumbra a compartirlo.
A diferencia de lo que se veía con Miguel Herrera, el técnico colombiano no comparte su alineación jamás, ni un día antes de los partidos, porque le gusta la idea de sorprender al rival y por ahí llevar la ventaja.
